Tibulo (Albius Tibullus) ca. 55aC – 19 aC)
Libro I,1 – (Perseus) Divitias alius fulvo sibi congerat auro … Elogio de una vida sencilla, lejos de largos viajes, de la gloria en la guerra. Non ego laudari curo, mea Delia; … dum fata sinunt, iungamus amores / Iam veniet tenebris Mors adoperta caput, / … nec amare decebit, / Dicere nec cano blanditias capite…
Elegiae I,1
Divitias alius fulvo sibi congerat auro
Et teneat culti iugera multa soli,
Quem labor adsiduus vicino terreat hoste,
Martia cui somnos classica pulsa fugent:
5 Me mea paupertas vita traducat inerti,
Dum meus adsiduo luceat igne focus.
Que otro acumule riquezas para sí, con oro amarillo, y que posea muchas yugadas de tierra cultivada, a quien atemorice una preocupación permanente por un enemigo cercano, a quien toques de trompeta marciales alejen los sueños: a mí, que mi pobreza me acompañe en una vida indolente, mientras mi hogar se ilumine con llama constante.
Ipse seram teneras maturo tempore vites
Rusticus et facili grandia poma manu;
Nec spes destituat, sed frugum semper acervos
10 Praebeat et pleno pinguia musta lacu.
Pueda sembrar yo mismo, rústico, las tiernas vides en el tiempo oportuno, y fértiles frutales con mano experta; y que la esperanza no se aleje, sino que ofrezca siempre montones de productos de la tierra y denso mosto en un lagar lleno.
Nam veneror, seu stipes habet desertus in agris
Seu vetus in trivio florida serta lapis,
Et quodcumque mihi pomum novus educat annus,
Libatum agricolae ponitur ante deo.
Pues siento veneración tanto si un tronco solitario tiene en los campos guirnaldas floridas, como si una antigua piedra en un cruce de caminos (tiene guirnaldas floridas), y cualquier fruto que me traiga un año nuevo, una pequeña ofrenda, antes de nada, es depositada para el dios agrícola.
15 Flava Ceres, tibi sit nostro de rure corona
Spicea, quae templi pendeat ante fores,
Pomosisque ruber custos ponatur in hortis,
Terreat ut saeva falce Priapus aves.
Rubia Ceres, para ti sea, de nuestro campo, una corona de espigas, que esté colgada ante las puertas de tu templo, y que un rojo guardián, Príapo, sea colocado en (mis) huertos frutales para que espante los pájaros con su cruel hoz.
Vos quoque, felicis quondam, nunc pauperis agri
20 Custodes, fertis munera vestra, Lares.
Tunc vitula innumeros lustrabat caesa iuvencos,
Nunc agna exigui est hostia parva soli.
Agna cadet vobis, quam circum rustica pubes
Clamet ‘io messes et bona vina date’.
También vosotros, custodios de un campo fértil en otro tiempo, ahora pobre, os lleváis vuestras ofrendas, Lares. Entonces una ternera degollada purificaba innumerables novillos, ahora una cordera es la pequeña víctima de un campo exiguo. Una cordera caerá para vosotros, en torno a la cual una juventud rústica pueda clamar «Io, conceded(nos) cosechas y buenos vinos»
25 Iam modo iam possim contentus vivere parvo
Nec semper longae deditus esse viae,
Sed Canis aestivos ortus vitare sub umbra
Arboris ad rivos praetereuntis aquae.
Podría ya tan solo, (podría) ya vivir contento con poco, y no estar siempre entregado a un largo camino, sino evitar las mañanas estivales del Can bajo la sombra de un árbol junto a arroyos de agua fluyendo a su lado.
Nec tamen interdum pudeat tenuisse bidentem
30 Aut stimulo tardos increpuisse boves,
Non agnamve sinu pigeat fetumve capellae
Desertum oblita matre referre domum.
Y sin embargo no me sentiría avergonzado por haber agarrado de vez en cuando una azada de dos dientes o haber azuzado con el aguijón a bueyes perezosos; no me disgustaría llevar a casa en mi regazo una cordera o el retoño de una cabra, abandonado por una madre que se ha olvidado.
At vos exiguo pecori, furesque lupique,
Parcite: de magno est praeda petenda grege.
35 Hic ego pastoremque meum lustrare quotannis
Et placidam soleo spargere lacte Palem.
Por vuestra parte, ladrones y lobos, alejaos de un hato de animales tan pequeño: de un gran rebaño debe ser buscada la presa. Aquí yo cada año suelo purificar a mi pastor y rociar con leche a la complaciente Pales.
Adsitis, divi, neu vos e paupere mensa
Dona nec e puris spernite fictilibus.
Fictilia antiquus primum sibi fecit agrestis
40 Pocula, de facili conposuitque luto.
Asistidme, dioses, no despreciéis vosotros las ofrendas de una mesa pobre o de vasos de arcilla puros. Copas de arcilla se fabricó primero el hombre de campo antiguo y (las) elaboró de simple barro.
Non ego divitias patrum fructusque requiro,
Quos tulit antiquo condita messis avo:
Parva seges satis est, satis requiescere lecto
Si licet et solito membra levare toro.
Yo no requiero riquezas de padres ni los beneficios que a un antiguo abuelo (le) dio una cosecha bien administrada: un pequeño campo sembrado es suficiente, suficiente (es) descansar en un lecho si se puede y en una cama habitual estirar los miembros.
45 Quam iuvat inmites ventos audire cubantem
Et dominam tenero continuisse sinu
Aut, gelidas hibernus aquas cum fuderit Auster,
Securum somnos igne iuvante sequi.
¡Qué placer (cómo complace) oír, tumbado, los vientos inclementes y tener cogida a la amada en tierno abrazo, o, cuando el Austro invernal derrama aguas (lluvias) gélidas, seguir seguro el sueño con un fuego protector!
Hoc mihi contingat. Sit dives iure, furorem
50 Qui maris et tristes ferre potest pluvias.
O quantum est auri pereat potiusque smaragdi,
Quam fleat ob nostras ulla puella vias.
¡(Ojalá) esto me llegue! ¡Sea rico con justicia quien es capaz de soportar el furor del mar y las penosas lluvias!. ¡Perezca cuanto existe de oro y esmeraldas antes de que alguna joven llore por culpa de nuestros viajes!
Te bellare decet terra, Messalla, marique,
Ut domus hostiles praeferat exuvias;
55 Me retinent vinctum formosae vincla puellae,
Et sedeo duras ianitor ante fores.
A ti, Mesala, conviene hacer la guerra por tierra y por mar, para que tu casa muestre despojos enemigos; a mí me sujetan, vencido, las cadenas de una hermosa joven, y me quedo sentado, vigilante, ante unas puertas inflexibles.
Non ego laudari curo, mea Delia; tecum
Dum modo sim, quaeso segnis inersque vocer.
Te spectem, suprema mihi cum venerit hora,
60 Te teneam moriens deficiente manu.
No busco yo ser laureado, Delia mía; tan solo con que esté contigo, pido que se me llame perezoso e inútil. ¡Pueda contemplarte cuando me llegue la hora suprema, pueda cogerte al morir con mano cada vez más débil!
Flebis et arsuro positum me, Delia, lecto,
Tristibus et lacrimis oscula mixta dabis.
Flebis: non tua sunt duro praecordia ferro
Vincta, neque in tenero stat tibi corde silex.
Llorarás, Delia, y a mí, tendido en un lecho a punto de arder, me darás besos mezclados con tristes lágrimas. Llorarás: no están tus entrañas ligadas con cruel hierro, ni en tu tierno corazón se alza el duro pedernal.
65 Illo non iuvenis poterit de funere quisquam
Lumina, non virgo, sicca referre domum.
Tu manes ne laede meos, sed parce solutis
Crinibus et teneris, Delia, parce genis.
Ningún joven podrá, de aquel funeral, ni doncella alguna, devolver secos sus ojos a casa. Tú no hagas sufrir a mis manes, sino apiádate de tus cabellos sueltos y apiádate, Delia, de tus tiernas mejillas.
Interea, dum fata sinunt, iungamus amores:
70 Iam veniet tenebris Mors adoperta caput,
Iam subrepet iners aetas, nec amare decebit,
Dicere nec cano blanditias capite.
Mientras tanto, mientras los hados lo permiten, unamos (nuestros) amores: ya vendrá la Muerte, cubierta de tinieblas en su cabeza, ya llegará subrepticia la edad impotente, y no será decente, con cabeza cana, ni amar ni decir tiernas palabras.
Nunc levis est tractanda Venus, dum frangere postes
Non pudet et rixas inseruisse iuvat.
75 Hic ego dux milesque bonus: vos, signa tubaeque,
Ite procul, cupidis volnera ferte viris,
Ferte et opes: ego conposito securus acervo
Despiciam dites despiciamque famem.
Ahora debe ser frecuentada Venus, mientras no avergüenza romper puertas y complace meterse en peleas. Aquí yo (soy) buen general y soldado: vosotros, estandartes y trompetas, id lejos, procurad heridas a hombres ansiosos (ambiciosos), procurad(les) también riquezas: yo, con un patrimonio reducido, a salvo, veré con desdén las riquezas y veré con desdén el hambre.